Sin embargo, al acreditar que su estrategia no conseguÃa ni votos ni vetos para alcanzar su audaz propósito de asestar una derrota a Washington, sobre el filo del vencimiento para anotar candidaturas, el jueves 10, el gobierno argentino anunció que no presentarÃa a su candidato para presidir el organismo y que se abstendrÃa en la elección.
En las últimas semanas, en medios polÃticos y diplomáticos latinoamericanos se supo que el candidato impulsado por Trump contaba con los votos suficientes para convertirse en el primer norteamericano en ser elegido presidente del BID, en lo que constituye la ruptura de una tradición inaugurada a fines de los años cincuenta cuando la institución fue creada en el tramo final de la Administración Eisenhower.
Una expresión de ello la ofreció el dÃa 5 pasado una editorial en el Wall Street Journal titulada “La intriga en el Banco Interamericano de Desarrollo†que advertÃa que el gobierno argentino “conspiraba†para derrotar al candidato de Trump, quien declaró que en caso de resultar elegido, buscarÃa transformar el BID en una plataforma alternativa a la ofensiva china de desembarco en el hemisferio occidental.
En tanto, dos dÃas antes de anunciar que no presentarÃa a su candidato al BID, el canciller argentino habÃa reconocido durante una entrevista radial en una emisora oficialista que el candidato norteamericano “parece que tiene quórum y los números para ganarâ€.
Por caso, los graves errores en que el Presidente incurrió el 27 de junio pasado cuando confundió su rol de Jefe de Estado con el de militante polÃtico.
O el daño que el Palacio San MartÃn se auto-infligió cuando el 24 de abril pasado se anunció que la Argentina se retiraba de las negociaciones que el Mercosur lleva adelante con mercados como Canadá, Corea del Sur, India, LÃbano y Singapur.